09-22-22
Atardecer cualquiera Esperando el día en que mis sueños sean tan lúcidos como tú cuando sonríes, medito en el silencio de tu boca que apunta hacia la mía, descanso en los silencios que me acogen y parecen ser eternos, en tus ojos, esos ojos, ¡Qué ojos!, que me abrazan y conversan con los míos entre cortos parpadeos. Deseando el fervor de tu lengua danzando entre tus labios y los míos, descanso de lo absurdo y cotidiano de los días, me sumerjo en tus pupilas entre mieles primaveras, entregándome a la calma de tu sonrisa endulzadora. Antonio Bustillo